En el mundo existen millones de personas con sobrepeso, un problema que desde hace décadas ha aumentado de manera alarmante y que en los últimos años se ha potenciado. Existen muchas razones por las que una persona con obesidad querría bajar de peso, la más importante de todas es la salud, ya que un cuerpo con exceso de grasa envía dicha grasa a las arterias, aumentando considerablemente la posibilidad de causar problemas cardíacos y de circulación.
El factor estético también entra en esta categoría. La sociedad moderna ha creado modelos y estándares de físicos en las personas para ser consideradas atractivas, y si bien esto es en gran medida un error, ya que las personas no deben sentirse avergonzadas de sí mismas bajo ninguna circunstancia, el mantener un peso ideal (hay que tomar en cuenta que también los trastornos alimenticios abarcan la pérdida desmedida de peso) puede ayudar a crecer el autoestima y mejora la autopercepción de las personas.
Ahora bien, pasando a las formas en las que una persona puede perder peso, existen muchas alternativas en el mercado, pero no todas son saludables. Desde cirugías hasta “productos milagro” que muchas veces terminan siendo contraproducente y dietas que pueden poner en riesgo la salud, las personas deben tener cuidado al momento de elegir como perderán peso. Nosotros recomendamos dos actividades infalibles que, aplicadas de manera correcta, ayudarán a perder peso a toda persona sin riesgos para la salud: una buena alimentación y ejercicio.
Parece simple, pero no lo es tanto. Para comenzar, una buena alimentación se refiere a verdaderamente tener una dieta balanceada, comer alimentos saludables de origen animal y vegetal, reducir el consumo de grasas, masas, azúcares, no comer entre comidas y llevar un estricto control alimenticio.
Si el cuerpo no recibe más alimento del necesario, inmediatamente comenzará a quemar la grasa extra. Lo más recomendable es comer al menos tres veces al día pero moderar las porciones, y para quienes tienen hambre entre alguna de esas comidas, una opción es hacer dos colaciones al día, con comida saludable y en porciones muy bajas, solamente con el objetivo de no pasar hambre y mantener los nutrientes y no meramente para satisfacer algún antojo. Aconsejamos también acudir a un nutriólogo para obtener la mejor dieta basada en las necesidades de cada persona.
El ejercicio consume energía al cuerpo, que se vale de la quema del exceso de grasa para poder funcionar correctamente mientras se realiza una actividad física. El sudor derivado de una rutina tiene en parte (aunque muy pequeña) grasa, y por ello hacer ejercicio constantemente conlleva invariablemente a la pérdida de peso, el verdadero proceso de quema de grasa es imperceptible al ojo humano y solo se nota con el paso del tiempo. Una recomendación es mantenerse bien hidratado cuando se hace deporte, para evitar cualquier descompensación y problemas de salud.
Combinar estos dos elementos con píldoras para bajar de peso es una buena idea, pero se debe tener mucho cuidado en cuanto a la elección de dichas píldoras, para comprobar que sus componentes son de la más alta calidad y no son dañinas para la salud.
Estos son dos conceptos que todos saben pero pocos ponen en práctica, pues consideran que existen otras opciones que pueden ayudarles a bajar de peso de manera más rápida, pero muchas veces se pone en riesgo la salud o los resultados no son los esperados.